nunca me dejes un beso como recuerdo
obséquiame mas bien un recuerdo
como el primer beso que jamás se olvida
como aquella ola que nos atrapa
que nos eleva
que nos introduce a lo profundo del mar
ahí la inmensidad tibia del amante
ahí la espera para develar secretos de un océano
ahí la inasiblilidad
obséquiame mas bien un recuerdo
como el primer beso que jamás se olvida
como aquella ola que nos atrapa
que nos eleva
que nos introduce a lo profundo del mar
ahí la inmensidad tibia del amante
ahí la espera para develar secretos de un océano
ahí la inasiblilidad
no duela la ausencia
sino el camino cubierto de flores
que hay que recorrer
para llegar desnudos
de toda compañía
ya casi es de día
te miro en el alba de cabellos rojos
la cigarra que fumaba la noche se ha apagado
el grillo cantó su última entonación
sostienes en tu mano derecha
un espejo nuevo donde no aparezco
yo sostengo otro
ya no eres tú
qué tan difícil puede ser pronunciar tu nombre
cuando revoloteas frente a mí
cuando me llueves por las noches
y en nuestros vientres amanece
cuando el humo de nuestros silencios forma ciudades enteras
y el sudor de tu conciencia y mi conciencia resucita lagos
no pensar en lo que pudimos hacer
es no dejar huella de lo insatisfecho
es no dejar rastro de mis manos en tu cuerpo
es lograr que el deseo en ningún tiempo
supere al azar
sino el camino cubierto de flores
que hay que recorrer
para llegar desnudos
de toda compañía
ya casi es de día
te miro en el alba de cabellos rojos
la cigarra que fumaba la noche se ha apagado
el grillo cantó su última entonación
sostienes en tu mano derecha
un espejo nuevo donde no aparezco
yo sostengo otro
ya no eres tú
qué tan difícil puede ser pronunciar tu nombre
cuando revoloteas frente a mí
cuando me llueves por las noches
y en nuestros vientres amanece
cuando el humo de nuestros silencios forma ciudades enteras
y el sudor de tu conciencia y mi conciencia resucita lagos
no pensar en lo que pudimos hacer
es no dejar huella de lo insatisfecho
es no dejar rastro de mis manos en tu cuerpo
es lograr que el deseo en ningún tiempo
supere al azar
pudiera no estar
en el crujido de una rama al amanecer
en el vuelo de un colibrí sobre un girasol azimutal
en el aroma que envuelve tus piernas
en aquello que conoces en demasía y callas
en el reflejo de la noche falsa
cuando en los asientos del cine florecen cuerpos
y veinte lenguas abocardan veinte bocas
pudiera no estar
en el eco roto de un gemido amoroso
en la santificación de los amantes
en la ausencia de tu cama cuando te levantas
pudiera no estar en tu rostro
pudieras no ser tú
1 comentario:
ps ta chido, ahi nos veremos
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